Poseer segundas residencias es una práctica muy arraigada en España. ¿Pero estas son accesibles?
Después del verano, muchos vuelven de la segunda residencia o la casa de vacaciones, habiendo advertido la falta de accesibilidad de estas cuando en realidad se trata de un derecho universal. Esto quiere decir que es una cualidad que se debe garantizar en todas partes.
La mayoría de segundas residencias se encuentran en comunidades de vecinos, y por tanto deberían cumplir la Ley de Accesibilidad Universal y la Ley de Propiedad Horizontal. En estas normas se deja bien claro que es obligatorio para los propietarios de comunidades de vecinos adecuar los espacios, instalaciones y accesos comunitarios a personas con movilidad reducida.
Para determinar que un espacio es accesible se tienen en cuenta el uso, los accesos y salidas, además de las garantías para moverse con facilidad. Todo apunta a que para una persona con movilidad reducida no debería ser ningún impedimento pedir que su segunda residencia sea accesible.
Para mejorar la calidad de vida, facilitar la libertad de movimientos a las personas y ayudarlas a superar todo tipo de barreras arquitectónicas y urbanísticas, Enier Lifts ofrece una amplia gama de productos y soluciones de elevación.
Una de las mejores soluciones son los ascensores unifamiliares. Se adaptan a cualquier entorno y además se pueden instalar en el exterior. El modelo EHS17 SCEA permite ubicar el ascensor en espacios reducidos, aprovechando al máximo el espacio útil interior. Se trata de la gama de elevadores sin cabina y con estructura autoportante, perfecta para segundas residencias rurales o marítimas.
En el caso de pequeños desniveles, situados generalmente en la entrada del edificio, se pueden solucionar con los elevadores verticales de corto recorrido. Con un sistema de funcionamiento similar al de un ascensor, permiten transportar a personas con sillas de ruedas o con movilidad reducida y salvar berreras arquitectónicas de hasta 3 metros de altura.
Por último, las soluciones salvaescaleras, ya sean en formato plataforma salvaescaleras o formato silla salvaescaleras, según el espacio disponible. Se instalan directamente sobre la propia escalera. Por esta razón, en el momento de escoger el producto se debe de tener en cuenta su dimensión. Son una solución cómoda, segura y silenciosa, no precisan obras y se adaptan generalmente a todo tipo de escaleras.