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Accesibilidad, ascensores, salvaescaleras y plataformas industriales

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Los Primeros Elevadores

El origen de los ascensores se remonta hace más de 2.000 años. Por supuesto, no existían los ascensores como los conocemos ahora, así que debemos imaginar una especie de plataforma abierta, diseñada para mover cargas pesadas entre niveles. Estos elevadores funcionaban con cuerdas de cáñamo y eran personas o animales los que bajaban o subían las cargas de forma manual.

La base de estos primeros elevadores fue ideada por el físico y matemático griego Arquímedes en el año 236 a.C., pero fueron los romanos quienes realmente lo adoptaron y perfeccionaron. Los romanos utilizaron este elevador en el Coliseo, para que tanto los gladiadores como las fieras pudieran acceder a la arena des de distintos niveles.

El Primer Ascensor para Personas

Avanzamos en el tiempo hasta situarnos en la época del Rey Luis XV de Francia, es decir, en el siglo XVIII. Este decidió colocar un ascensor que uniese las habitaciones del segundo piso con las del primer piso y lo utilizaba como un medio discreto para sus encuentros amorosos, permitiéndole desplazarse sin ser visto.  O esto dice la historia, porque lo que se sabe realmente es que existían ascensores rudimentarios en varios palacios reales de la época.

Aunque fuese destinado a personas, el mecanismo de estos elevadores era muy similar que el de la Antigua Roma. También funcionaban con cuerdas y eran unas personas quienes accionaban las cuerdas para moverlos.

La Revolución Industrial y la Evolución del Ascensor

Para conocer la historia del ascensor tal como lo conocemos ahora aún tenemos que avanzar un poco más en el tiempo, puesto que el siglo XIX marcó un antes y un después en la historia de los ascensores. A partir de 1835, con la invención de la máquina de vapor, la evolución del ascensor se aceleró, porque estas máquinas de vapor servían para subir y bajar cargas de gran tonelaje, cosa que se pudo aprovechar también en el ascensor.

En 1845, William Thompson puso en marcha el primer ascensor hidráulico de la historia y por esa época en Londres, dos arquitectos británicos, Burton y Hormer, crearon una plataforma turística que subía y bajaba gracias a un sistema de vapor. Aunque innovadora, esta estructura era insegura para los usuarios.

No obstante, esta falta de seguridad se solventó en cierto modo pocos años después. En 1853, Elisha Otis, fundador de la empresa que actualmente lleva su nombre, introdujo un freno automático de seguridad por si el sistema fallaba y se rompían los cables de sujeción del ascensor. Gracias a este avance, cuatro años después se instaló el primer ascensor con este freno en un edificio de cinco plantas y, en 1874, Otis instaló el primer ascensor específicamente diseñado para el transporte de personas en un bloque de pisos.

Del Vapor a la Electricidad

En 1880, con la llegada de la electricidad, Ernst Werner M. von Siemens introdujo el motor eléctrico en los ascensores y esto provocó que se empezaran a instalar los primeros ascensores eléctricos de engranajes.

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