La natación es considerada como uno de los deportes más completos. Se trata de un deporte aerobio que ayuda a trabajar casi todos los músculos del cuerpo y a ganar resistencia. Gracias al potencial de la natación, este deporte es utilizado en muchas ocasiones con fines terapéuticos, y por este motivo, es practicado tanto por personas con discapacidades físicas como intelectuales. Para ello se requiere ajustar la natación a las necesidades de los diferentes usuarios, dando como resultado la natación adaptada.
El deporte en el medio acuático tiene muchos beneficios para las personas con cualquier tipo de problema. Las personas con problemas de movilidad en el exterior, de forma general, dentro del agua aumenta su independencia y seguridad. La natación relaja, tonifica y además aumenta la fuerza del individuo. En este sentido es un muy buen rehabilitador para personas con problemas físicos. El que busca la natación adaptada es conocer y dominar el medio acuático, mejorar las capacidades físicas básicas y conocer alternativas de recuperación física y psíquica.
En la natación adaptada se puede hablar de distintos enfoques según el objetivo final: Por una parte, la natación adaptada con un planteamiento utilitario, es decir, aprender a nadar para poseer una autonomía de movimiento en el agua.
En segundo lugar se encuentra el planteamiento educativo y recreativo. El planteamiento educativo tiene como meta la integración social de los usuarios a través de actividades educativas física para aumentar la estimulación de estos.
En tercer lugar, se encuentra el planteamiento de salud, es decir, el planteamiento terapéutico. Este planteamiento ayuda a mejorar los estados de salud a través de la adaptación de actividades físicas.
I para finalizar, el planteamiento competitivo, el cual tiene como objetivo la formación y entrenamiento de los deportistas discapacitados. En estos sentidos, el aprendizaje de la natación adaptada para discapacitados y minusvalidos es similar al aprendizaje de personas sin estos tipos de problemas, con los mismos objetivos, exigencias y métodos.
Haciendo referencia a la natación paralímpica dentro del enfoque competitivo, existen diferentes categorías y estilos: libre, braza, espalda y mariposa. Los nadadores pueden competir individualmente o en equipos (relieves) y las carreras se pueden realizar en piscinas semi-olímpicas que tienen 25m de largo y una profundidad de 1,5m o bien piscinas olímpicas. Las piscinas olímpicas disponen de 50m de largo y una profundidad de 1,85m. Ambos tipos de piscinas disponen de ocho carriles de 2,5m de ancho cada uno.
Encontramos distintas modalidades de natación paralímpica que se diferencian a través de distintas letras: S, SB o bien SM. Las modalidades S1 a S10 engloban aquellos nadadores con discapacidad física o parálisis cerebral que realizan pruebas de estilo libre, espalda o mariposa. S1 se consideran los deportistas más afectados y S10 los más leves. La clase S11 se reserva para los deportistas ciegos, la 12 y 13 para los deficientes visuales y la S14 para discapacitados intelectuales. La modalidad SB se refiere a la braza y la modalidad SM a estilos combinados. Cada usuario compite en su categoría.
El reglamento de natación adaptada permite a los atletas desarrollar la actividad de la mejor manera posible. Dependiendo de la discapacidad, los deportistas pueden iniciar la competición des de fuera del agua o bien des de dentro, sin tener que lanzarse des del poyete. En el caso de los discapacitados ciegos, estructuras acolchadas les avisan de la distancia a que se encuentran de la pared.
Finalmente, en el caso de amputaciones esta prohibido utilizar prótesis. En natación adaptada no se puede usar ningún tipo de ayuda técnica. Cada nadador dispone de sus capacidades para conseguir sus objetivos.