Si sales a la calle y oyes a alguien hablar de estos aparatos, normalmente, suelen hablar de ascensores, tanto si se trata de un ascensor como si se trata de un elevador. La principal razón es porque para referirnos a los elevadores, también es correcto utilizar la palabra ascensores. No obstante, técnicamente existen algunas diferencias entre estos dos aparatos.
Ambos sirven para subir y bajar mercancías, construcciones o personas. Pero su principal diferencia es la velocidad y el mantenimiento. Mientras que los ascensores son más rápidos que los elevadores, estos solo necesitan mantenimiento cada tres meses, a diferencia de los ascensores, que lo requieren una vez al mes.
Gracias al reducido tamaño de las plataformas elevadoras, se puede instalar en casi cualquier sitio. No obstante, es frecuente ver los elevadores en dúplex y tríplex, por su escaso peso y porque al propietario de este tipo de edificios de pocas plantas, le sale más a cuenta: no necesita más velocidad y el mantenimiento técnico de los elevadores es mínimo.
En general, es más barato mantener un elevador que un ascensor tradicional, puesto que no consume energía cuando desciende. Utiliza la fuerza de la gravedad. Y, cuando, sube, consume poca. Además, puede ser panorámico, porque no tiene cables que entorpezcan la visión, lo cual es muy útil y beneficioso para las personas que se sienten incómodas en los espacios pequeños y cerrados.
Esperamos que ahora tengas un poco más claras las diferencias entre elevadores y ascensores y, si no, ¡pregúntanos!