El turismo accesible va a la alza ya que supone una oportunidad y estrategia de especialización para el sector. El turismo accesible contempla las necesidades de las personas con problemas de movilidad e implica que los servicios turísticos y las actividades estén adaptadas para todas las personas en igualdad de condiciones.
Dentro del turismo activo y de naturaleza, una de las posibilidades que existen para poder disfrutar de una experiencia adaptada es el cicloturismo en la Vias Verdes.
Las vías verdes son antiguos trazados ferroviarios en desuso que se han rehabilitado como itinerarios senderistas y ciclistas. Hay unas 100 vías verdes en España que suman una longitud superior a los 2.000 km. Al tratarse de antiguos trazados de vía estrecha no cuentan con grandes pendientes y permiten a los visitantes disfrutar del entorno natural y los pueblos que traviesan.
La mayoría de Vías Verdes son destinos turísticos accesibles, ya que cuentan con servicios adaptados para personas con movilidad reducida, así como alojamientos, restaurantes, oficinas de turismo, monumentos, museos, espacios en la naturaleza, instalaciones deportivas y actividades de ocio para cualquier perfil personal. La incorporación de medidas de accesibilidad -como la instalación de plataformas salvaescaleras, elevadores de pequeño recorrido…- benefician a los establecimientos ya que les permite acceder y fidelizar a un sector de público al que hasta el momento no podía satisfacer.
Los destinos incorporan soluciones normalizadas no exclusivas para personas con discapacidad, son seguros para todas las personas y permiten el disfrute de forma autónoma.
El turismo accesible tiene un público amplio, puesto que beneficia a personas con discapacidad y personas mayores, principalmente, pero también a personas con situaciones transitorias que pueden generar discapacidad, como personas que han sufrido un accidente, con una enfermedad o mujeres embarazadas. Por extensión, los beneficios incluyen a todas las personas, por la vinculación de la accesibilidad con la calidad, comodidad y seguridad.
En algunas de las vias verdes se puede disponer de alquiler de bicicletas adaptadas, del tipo handbike, para pedalear con las manos y otras para discapacitados psíquicos, aptos también para niños y manejables tanto para quien conduce como para una persona que se sitúe detrás de la bicicleta.