Cualquier maquinaria necesita de un cuidado. Ya sea artificial como un elevador o natural com el cuerpo humano. Los médicos siempre hablan de que hay que prevenir antes que curar. Con los sistemas de elevación, sucede lo mismo. Los profesionales recomiendan un buen mantenimiento para así evitar una curación dolorosa.
La principal labor de mantenimiento consiste en realizar las revisiones periódicas en las que se engrasan, limpian y ajustan las articulaciones y los contactos eléctricos.
Los elevadores que cumplen con la norma EN 81-41 incorporan una protección por sobrecarga, pero igualmente conviene hacer un buen uso para evitar posibles incidencias. Lo mismo sucede con los salvaescaleras y subeescaleras, sólo deben usarlos una persona dentro de los límites de tamaño y peso especificados en la ficha técnica.
Otro modo de ayudar en el mantenimiento, cuando se trata de salvaescaleras o subeescaleras, es limpiar el posible polvo que se acumula en la vivienda y que llega a su sistema de elevación. Mucho polvo puede atascar el sistema y provocar un consumo de energía mayor y posibles paros para garantizar la seguridad del usuario, sin poder utilizarlo en el momento que sea mas necesario.
Cuando su sistema de elevación no funcione de forma correcta llame a su fabricante o instalador. Son personas cualificadas que le resolverán de forma rápida e eficiente su problema. Recuerde, mas vale prevenir que curar. En todos los ámbitos de la vida.