En medio de las montañas de Suiza, en Bürgenstock situada a 1.127,8 metros, encontramos el elevador al aire libre más alto de Europa, Hammetschwand.
Bürgenstock ya era una de las montañas más visitadas, pero con la incorporación de este elevador aun ganó mucho más turismo. El ascensor esta situado en una de las caras de la montaña y gracias a sus características regala a sus pasajeros increíbles vistas por su estructura semi abierta. Los pasajeros pueden alcanzar ver el lago de los cuatro cantones, también llamado el lago de Lucerna.
El ascensor se construyó entre 1903 y 1905. La idea de implantar un ascensor en medio de la montaña fue de Franz Josef Bucher-Durrer, empresario hotelero y pionero del ferrocarril con el fin de facilitar el acceso para llegar a su establecimiento. En esa época, el ascensor subía a la cima en tres minutos, substituyendo la alternativa de las 2.283 escaleras. En 1990, las autoridades exigieron una reforma que se llevó a cabo.
Actualmente el elevador de Hammetschwand sube 135 metros en menos de un minuto hasta el mirador Hammetschwand. A demás de ser el más alto y más llamativo, su prestigio viene por ser pioneros en este tipo de transporte y hasta ahora es considerado como uno de los mejores del mundo. Sin duda no deja indiferentes a sus pasajeros y para todos aquellos aventureros, amantes de la naturaleza, es un lugar ideal para visitar.
En 2015 se abrirá al público Bürgentock Resort, un complejo hotelero turístico en la cima de la montaña donde sus clientes podrán disfrutar de una experiencia y de unas vacaciones muy diferentes a lo que estamos acostumbrados.